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Curso EL PAPEL DEL PROFESIONAL DE ENFERMERÍA EN LA DETECCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS EN ADOLESCENTES

Curso EL PAPEL DEL PROFESIONAL DE ENFERMERÍA EN LA DETECCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS EN ADOLESCENTES

Celebrado por tercer año consecutivo el curso EL PAPEL DEL PROFESIONAL DE ENFERMERÍA EN LA DETECCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS EN ADOLESCENTES, organizado por la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid y el Ilustre Colegio Oficial de Diplomados de Enfermería de Madrid.

Del 19 al 23 de mayo ha tenido lugar el curso coordinado por el Dr. Patricio José Ruiz Lázaro y en el que también han participado como docentes, además del propio Dr. Ruiz Lázaro, los Dres. Fernando Caudevilla Gálligo y la Dra. Ana Ruiz Bremón.

Entre otros temas, en el curso se han trabajado los factores de riesgo para el consumo de drogas en la adolescencia, así como la vulnerabilidad en la adolescencia y los principales factores determinantes, promoviendo actitudes tendentes a prevenir las consecuencias negativas del consumo abusivo de drogas desde el ámbito profesional de Enfermería.

Parte importante en el curso ha sido el entrenamiento en cómo entrevistar y comunicarse con adolescentes (entrevista motivacional, método LEAP, comunicación empática o no violenta) y el aprendizaje del manejo de herramientas para la detección y valoración de la gravedad del consumo de drogas en adolescentes.

El mito de que la marihuana y los porros son inofensivos

El mito de que la marihuana y los porros son inofensivos El cánnabis contiene tetrahidrocannabinol (THC) que actúa sobre determinadas zonas del cerebro donde hay unos receptores, y ello explica sus efectos dificultando actividades motoras y el procesamiento de la memoria y el pensamiento, produciendo adicción, inhibiendo el dolor, actuando sobre la regulación del hambre y el sueño,...

Muchas personas piensan que el consumo de cánnabis no tiene consecuencias negativas, pero sí las hay. Las consecuencias negativas van a depender básicamente de la edad en que se inicia el consumo,la frecuencia, la concentración en THC del cánnabis, la predisposición de la persona, su personalidad y sus circunstancias, así como el consumo de otras drogas. Los problemas no van a ser los mismos si se trata de un consumidor adolescente que empieza a hacer un uso frecuente (diario, casi diario o semanal) o si se trata de un adulto que hace un uso ocasional. En el primer caso, muy probablemente el consumo va a tener repercusiones sobre el desarrollo emocional del adolescente, sus estudios, sus relaciones, sus posibilidades laborales futuras; en el segundo caso, los problemas pueden ser mínimos aunque también los puede haber (lipotimias, problemas con la conducción, sobre todo si se combina con alcohol y otras drogas,...).

No existen dudas acerca de la influencia del cánnabis por sí solo en facilitar la aparición de la esquizofrenia (entre otros estudios está uno de seguimiento de 50.000 jóvenes en Suecia durante 15 años y otro de 4.045 jóvenes holandeses durante tres años, que llegan a hablar de un aumento de un 30% y de un 50% de casos respectivamente debido al cánnabis) y otros síntomas psicóticos, así como de empeorar la sintomatología y aumentar las recaídas en personas que ya sufren de estas enfermedades. También sabemos que al consumir cánnabis aumentan las posibilidades de sufrir depresión y ansiedad, no sólo mientras se consume sino también en la edad adulta cuando ya no se consume. Además está demostrado que el inicio más temprano y el mayor consumo aumentan las posibilidades de sufrir estos problemas. ¡El cerebro y la personalidad están en plena evolución durante la adolescencia!

Está bien documentado, además, que el consumo produce dificultades como el enlentecimiento en el procesamiento de la información, problemas de memoria y de concentración mientras se está consumiendo.

Es frecuente que los consumidores habituales describan que tienen pocas ganas de hacer cosas. Puede ser que el cánnabis por sí mismo produzca estos efectos cuando se consume habitualmente o que venga a reforzar o a hacer más soportable una situación personal de apatía preexistente; pero sea cual sea la explicación –como causa principal o reforzador– el cánnabis ocupa un papel clave para explicar el comportamiento y las dificultades de muchos adolescentes (dificultades escolares, desinterés,...) y de muchos consumidores habituales.

Según informe del año 2002 de la Fundación Británica del Pulmón, el cánnabis contiene muchos de los carcinógenos y mutágenos del tabaco y en mayor cantidad (un 50% más). De hecho, tres o cuatro cigarrillos de cánnabis al día se asocian a la misma evidencia de bronquitis aguda y crónica y el mismo grado de daño a la membrana mucosa bronquial que veinte o más cigarrillos de tabaco al día.

Las dificultades de realización personal, la frustación y la marginación favorecen la adicción a las drogas

Las dificultades de realización personal, la frustación y la marginación favorecen la adicción a las drogas Los factores que favorecen el riesgo de caer en la adicción a las drogas pueden ser sociogénicos (dificultades de realización personal) y psicogénicos (frustración y marginación), según explicó Juan del Rey Calero, catedrático de la Universidad Autónoma en Medicina Preventiva, en una de las ponencias del seminario sobre drogas en los cursos de verano que la Universidad Complutense de Madrid está celebrando en San Lorenzo de El Escorial.

Según las estadísticas de la ONU aportadas por este experto, el 20 por ciento de los jóvenes europeos consume cannabis, el tres por ciento éxtasis y anfetaminas y el cinco por ciento cocaína, drogas que provocan un total de 7.000 muertes al año.