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Asesoramiento a los padres en la adolescencia

Asesoramiento a los padres en la adolescencia

La adolescencia es una etapa en la que los padres buscan asesoramiento y sacan provecho de programas de empoderamiento familiar y parentalidad positiva, como los desarrollados desde 1998 en el Centro de Salud Manuel Merino de Alcalá de Henares.

Contenidos básicos en nuestros programas para padres de adolescentes son, entre otros, la educación para la autorrealización, el entrenamiento para la acción basado en valores, adoptar una perspectiva proactiva, la resolución pacífica de conflictos y la comunicación empática o no violenta (CNV). El fin es el empoderamiento familiar, proceso mediante el cual las propias familias adquieren un mayor control sobre las decisiones y acciones que afectan a su bienestar físico y psicosocioemocional.

Se puede consultar el artículo "Asesoramiento a los padres en la adolescencia" pinchando aquí

Alcoholismo en la familia, malos tratos y otros malos rollos

Alcoholismo en la familia, malos tratos y otros malos rollos

Se estima que en España miles de adolescentes han sido maltratados por sus padres o parientes. Viven marcados por el trauma emocional, que perdura mucho después de que los moratones físicos hayan desaparecido. El reconocer y dar tratamiento inmediato a estas heridas emocionales ocultas es importante para minimizar los efectos a largo plazo causados por el maltrato.

Los adolescentes que han sido maltratados pueden exhibir una pobre autoimagen, incapacidad para depender de, confiar en, o amar a otros, conducta agresiva, problemas de disciplina y, a veces, comportamiento ilegal, coraje y rabia, comportamiento autodestructivo o autoabusivo, pensamientos suicidas, pasividad y comportamiento retraído, dificultad para establecer relaciones nuevas o para comenzar actividades nuevas, ansiedad y miedos, problemas en el instituto o fracaso escolar, sentimientos de tristeza u otros síntomas de depresión, visiones de experiencias ya vividas y pesadillas, abuso de alcohol, cannabis u otras drogas.

A menudo el daño emocional severo a los niños y adolescentes maltratados no se refleja hasta que se convierten en padres abusivos y comienzan a maltratar a sus propios hijos. Un adulto que fue maltratado de niño tiene mucha dificultad para establecer relaciones personales íntimas. Estas víctimas, tanto hombres como mujeres, pueden tener problemas para establecer relaciones cercanas, para establecer intimidad y confiar en otros al llegar a adultos. Están expuestos a un riesgo mayor de ansiedad, depresión, abuso de substancias, enfermedades médicas y problemas en el trabajo.

Si conoces a un adolescente maltratado, debes saber que sin el tratamiento adecuado el daño emocional puede perdurar de por vida. La identificación y el tratamiento a tiempo son importantes para minimizar las consecuencias del maltrato a largo plazo. Pide ayuda por él o ella (seguramente el adolescente maltratado no lo hará por miedo). Llama al teléfono del menor 900202010 (es gratis y sólo pueden llamar menores de 18 años) o comunícalo a un adulto de confianza para que se ponga en contacto con Servicios Sociales. Los profesionales sociosanitarios, coordinados por los Servicios Sociales, pueden proteger y tratar a ese adolescente y ayudar a su familia a aprender nuevas formas de darse apoyo y de comunicarse los unos con los otros, para así desarrollar formas saludables y no maltratantes de relacionarse entre sí.

Las palizas no son el único tipo de maltrato. Muchos niños y adolescentes son víctimas de abandono, de abuso sexual o de abuso emocional, y bastantes son hijos de padres alcohólicos o consumidores de otras drogas.

Los hijos de alcohólicos corren mayor riesgo de tener problemas emocionales que los niños cuyos padres no son alcohólicos. El alcoholismo es común en las familias y los hijos de alcohólicos tienen una probabilidad cuatro veces mayor que otros niños de convertirse en alcohólicos. Los niños necesitan para crecer sin problemas cariño y seguridad. La mayoría de los hijos de alcohólicos han experimentado cierta forma de abandono o maltrato.

Un adolescente en este tipo de familia puede tener una variedad de problemas:
- Culpabilidad: El adolescente puede creer que él / ella es la causa primordial de que su padre / madre abuse de la bebida.
- Ansiedad: El adolescente puede estar constantemente preocupado acerca de la situación en su hogar. Puede temer que el padre alcohólico se enferme o se hiera, y puede también temer a las peleas y la violencia entre sus padres.
- Vergüenza: Los padres pueden transmitirle al hijo el mensaje de que hay un terrible secreto en el hogar. El adolescente que está avergonzado no invita sus amigos a la casa y teme pedir ayuda a otros.
- Incapacidad o dificultad para establecer amistades: Como el adolescente ha sido decepcionado tantas veces por el padre / madre que bebe, no se atreve a confiar en otros.
- Confusión: El padre alcohólico cambia de momento, pasa de ser amable a ser violento sin ninguna relación con el comportamiento del hijo.
- Ira: El adolescente siente ira y rabia contra el padre alcohólico porque bebe tanto y suele estar enojado también con el padre que no es alcohólico porque no le da apoyo o protección.
- Depresión: El adolescente se siente solo e incapaz de poder hacer algo para cambiar la situación.

Aunque el adolescente trata de mantener el alcoholismo en secreto, sus maestros, médicos, parientes, otros adultos o sus amigos podemos darnos cuenta de que algo está mal fijándonos en síntomas como los que ya hemos anteriormente comentado en el caso del maltrato (fracaso en la escuela o ausencias frecuentes, falta de amigos, retraimiento de los compañeros de clase, agresiones a otros muchachos, comportamiento delincuente, como robar o conducta violenta, quejas frecuentes de problemas físicos, como dolores de cabeza o de estómago, abuso de bebidas alcohólicas, cannabis u otras drogas, comportamiento con exposición continua a riesgos, depresión, o pensamiento o comportamiento suicida).

Algunos adolescentes hijos de alcohólicos tratan de actuar como "padres" responsables de la familia y del grupo de amigos. Tratan de hacerle frente al alcoholismo convirtiéndose en personas “controladas”, que tienen mucho éxito en el instituto, pero que viven emocionalmente aislados de otros adolescentes y adultos. Sus problemas emocionales no serán aparentes hasta que se conviertan ellos mismos en adultos. Estos adolescentes también necesitan ayuda.

Si eres un adolescente maltratado o sufres problemas en tu familia (como el alcoholismo u otros) puedes acudir por las tardes a la consulta de promoción de la salud del adolescente del centro de salud Manuel Merino (C/ Manuel Merino esquina con el paseo del Val, preguntar por Patricio, teléfono 918824220 / 918824000) donde, manteniéndote el secreto profesional, se te ayudará con tus problemas personales y se te hará entender que no eres responsable de los problemas de tus padres. También puedes apuntarte en el mismo centro de salud a los talleres grupales de desarrollo personal (jueves de 19 a 20,30 horas) donde encontrarás otros adolescentes con sus problemas, podrás dejar de sentirte aislado emocionalmente y comenzarás a recuperar tu sentido de confianza en ti mismo y en otros. Además puedes participar en el proyecto de participación comunitaria de adolescentes y jóvenes “Aprendiendo entre todos a relacionarnos de forma saludable” donde te sentirás útil y aumentará tu autoestima.

L@s hij@s (según Enric Cladellas)

L@s hij@s (según Enric Cladellas)

Según Enric Cladellas, l@s hij@s:

1. No son propiedad de los padres. Pertenecen a la vida, a sus vidas. El objetivo como padres es enseñarles a vivir con autonomía e independencia.

2. No tienen que hacer lo que los padres quieran. Las expectativas y deseos de los padres no tienen por qué ser l@s mejores y ni mucho menos coincidir con l@s de sus hij@s. Un poco más de confianza de los padres en l@s hij@s no vendría mal.

3. Tienen derecho a cometer errores. Los padres deben reconocer que sus hij@s tienen derecho a aprender por sí mism@s y deben permitir que se equivoquen para que aprendan a reconocer sus errores y a utilizarlos para superarse.

4. L@s hij@s no "deben" amor ni respeto a sus padres. L@s hij@s "deben" tanto amor a sus padres como les "deben" a los padres el resto de las personas que los padres conocen, es decir, ninguno. El hecho de que uno quiera a alguien no significa que necesariamente tenga que ser correspondido. Consejo para padres: amad a vuestr@s hij@s porque queréis y no esperéis nada de ell@s; es la única manera de conseguir algo.

El amor auténtico es siempre incondicional. Amar es algo distinto a complacer. El verdadero amor surge de la felicidad que conseguimos cuando hacemos de nuestra vida lo que deseamos.